ENTRENAMIENTO 13-11-08

El jueves por la mañana parecía que iba a ocurrir lo mismo que la semana pasada, es decir, bajas de última hora y gente insuficiente para jugar. Resulta que Victor seguía tocado para ir a entrenar aunque me dijo que si a falta de dos horas para el entreno me faltaba personal que él iba (gracias don Victor) y por otro lado me llamó Nacho a mediodía para decirme que no podía entrenar porque el día anterior se había torcido el cuello.

Rápidamente la maquinaria se puso en marcha y para el entreno pudieron venir Adolfo y Mariano.

En este entrenamiento debutó dejando muy buenas sensaciones Jorge, amigo valenciano de Martín, cardiólogo afincado en Cádiz desde hace unos cuatro años. Vino con la camiseta del equipo de la Tacita de Plata y cuando le vió Durio que también venía con la misma se alegró un montón.

Para esta ocasión en un equipo iban Rubén, David, Durio, Roberto, Jose Luis y Jorge; en el otro Mariano, Bucha, Adolfo, Pablo, Miko y Martín.

A priori nuestro equipo parecía estar mucho más compensado pero luego se vió que las espadas iban a estar en todo lo alto.

Se adelantó el rival 0-2 en el marcador. El segundo gol fue fallo mío en defensa. Por eso merezco ir último en el Ranking. Hasta este partido aquel que iba conmigo acababa perdiendo. Pasaría en esta ocasión lo mismo?

El resultado no se alteró durante muchos minutos. Lo intentábamos pero estábamos fallones arriba y demasiado acelerados a la hora de construir.

Por fin llegó el 1-2 de la mano de Jorge y poco después conseguimos darle la vuelta al resultado poniéndonos 4-2 en el marcador pero el equipo rival no nos lo iba a poner fácil y acortó distancias. 4-3.

Nos volvimos a estirar un poco con otro gol que significaba el 5-3 pero de nuevo fue pasajero ya que nos empataron a cinco.

El partido estaba bastante igualado y estaba siendo bonito e intenso. Con mucho esfuerzo conseguimos adelantarnos de nuevo 6-5 en el marcador y cuando ya parecía que esto podía ser definitivo, nos empataron a falta de tres o cuatro minutos por medio de Pablo regateándome a mí que estaba de portero y el resultado ya no se movió. 6-6.

Impotencia en nuestras caras, satisfacción en la escuadra contraria y la sensación de que el partido no se nos tenía que haber ido de las manos.

Lo mejor: la entrega de Durio, las ganas de uno y otro equipo por ganar el partido y la buenas maneras de Jorge.

Lo peor: nada

La anécdota: como a partir de este entreno se ponían en práctica una serie de medidas para mejorar las convocatorias (llegar por encima de las 20:55 sin justificación previa supone 20m de portero, y no venir a entrenar sin avisar supone no jugar la semana siguiente), cuando llegamos a las 20:50 ya estábamos casi todos. Gracias a eso pudimos empezar puntualísimos y el partido se nos hizo más largo y nos supo a más.