RACING BAHÍA 4-3 WAIKIKI

WAIKIKI ACUMULA SU QUINTA DERROTA CONSECUTIVA -AUN NO CONOCE LA VICTORIA- ANTE EL PENÚLTIMO CLASIFICADO DE LA TABLA EN UN PARTIDO EN EL QUE LOS FALLOS EN DEFENSA FUERON CRUCIALES

JORNADA 7

Goles

Jesús (3)

Mañana gélida. Menos mal que jugábamos en el pabellón. Enfrente íbamos a tener a Racing Bahía, penúltimo de la tabla, y rival teóricamente factible ante el que poder conseguir nuestra primera victoria de esta temporada "horribilis".

Bucha y Durio causaban baja para este encuentro, uno por visita a las Segovias y otro por un fuerte proceso febril.

El partido comenzó con el siguiente Cinco Inicial: Paco, Zalo, Jesús, Jorgico y Felipe. Era un quinteto que otros áños podía arrasar pero que éste parece que nos ha mirado un tuerto...

Las primeras ocasiones fueron llegando... pero para el bando contrario. Hasta dos ocasiones claras tuvieron hasta que nos endosaron el primer gol tras una pérdida de balón de Felipe en el centro del campo.

Al rato, a poco de salir yo al terreno de juego, me tuve que ubicar en la banda izquierda y en un balón que me pasó Zalo, que estaba de cierre, intenté devolvérsela pero se la devolví floja y nos montaron un contragolpe que significó el 2-0 en el marcador.

Quedaban todavía unos 10 minutos para el descanso pero ya íbamos perdiendo por dos tantos. No sabíamos que hacer, seguíamos sin adaptarnos a esta nueva superficie y para colmo no teníamos ni una pizca de suerte. Balón que perdíamos, balón que significaba un gol en contra ante el que Paco poco podía hacer. Estaba vendido siempre.

Menos mal que teníamos a Jesús y en una que pilló logró batir al portero contrario. 2-1 e inyección de moral para intentar recordar lo que fuimos en un pasado bastante reciente.

Luego, en otra contra, Jesús volvió a batir al portero por bajo en su media salida y puso las tablas en el marcador. De ahí nos fuimos al descanso a reflexionar. Decidimos que teníamos que estar defendiendo un poco más atrás en bloque y salir al contragolpe.

Durante cinco o diez minutos la situación mejoró pero en un fallo de Miko al sacar el balón nos endosaron el 3-2. Otra vez la historia se volvía a repetir. Fallo=gol.

A poco más de cuatro minutos para la conclusión del encuentro hubo un tiempo muerto. Decidimos presionar en toda la cancha y parece que dió resultado ya que en un robo de balón mío a los pies del área, el portero salió y literalmente me arrolló. El árbitro no pitó nada pero Jesús metió el empate conmigo tirado en el suelo y sin enterarme de nada. Nada más meter, el portero se me encaró y se puso a increpar voz en grito al árbitro que...¡yo le había zancadilleado! Luego, al finalizar el partido me dió la razón y me comentó que en ese momento uno tiene que ser actor ya que esto es un juego de pillería. Alucina vecina!!!

Bueno, 3-3 y el partido todavía por decidir pero este año parece ser que no va a resultar nada dulce ya que en una jugada en la que Zalo se disponía a despejar dentro de su propio área, el jugador contrario le robó el balón después de un claro agarrón que el árbitro no vió o no quiso ver y estableció el definitivo 4-3. Luego tuvimos en los instantes finales un par de ocasiones clarísimas pero ese hubiese sido un final feliz y eso no toca este año.

Por qué estámos tan irregulares? Esta temporada da la sensación de que nos han despojado de alma, fuerza, colocación, seguridad... y a la mínima que algún equipo se pone por delante nos venimos abajo y parecemos un equipo donde nadie se conoce.

Se nos ha perdido algo en el camino entre Moratalaz y Barajas? Yo creo que no... o quiero pensar que no. Quiero o deseo achacar esta nueva imagen desangelada a los problemas de adaptación a la nueva superficie, el parquet. Así nos lo han confirmado jugadores de Brasil como Oscar o David. Ellos el primer año sufrieron de lo lindo para "coger las medidas" a un terreno que ya de por sí es más resbaladizo y dificulta las arrancadas explosivas de los jugadores. Por otro lado, es de mayores dimensiones y eso hace que actualmente nos cueste Dios y ayuda ejercer tanto las labores ofensivas como defensivas ya que estamos demasiado separados en el campo.

En este último partido se vió claramente que estamos demasiado estáticos y sin ideas a la hora de sacar el balón. Quizás echemos en falta demasiado a Rubén pero quiero pensar como Zalo, que la ausencia del 8 de Waikiki no puede hacer cambiar tanto a un equipo y quizás sea más un problema mental que otra cosa. Bien es cierto que no tener a Rubén se tiene que notar sí o sí ya que era uno de los jugadores claves de la plantilla pero de ahí a que vayamos últimos en la Liga, con cero puntos en nuestro casillero después de cinco partidos disputados y con una imagen que dista totalmente de la que ofrecíamos, no puede ser todo por esa ausencia. Ya digo, creo que nos faltan "horas de vuelo" para aclimatarnos al pabellón y eso, como diría el Tito Ángel, llegará, "tiempo al tiempo".

Me flipó para bien: A pesar de las molestias físicas en su tobillo, Jesús hizo un hat-trick y fue nuestro Cristiano Ronaldo.

Me flipó para mal: Nuestros errores en defensa y nuestra impotencia por hacer circular el balón con un mínimo de criterio. Estábamos sin ideas cuando íbamos perdiendo.

Me dejó anonadado: Nada que destacar.