miércoles, 29 de julio de 2009

EL CAMINO DE SANTIAGO EN BICICLETA (LEON – SANTIAGO)

Primera Etapa, León – Astorga, 60 kms
Domingo 7 de Junio de 2009

Las 8.30 fue la hora de salida fijada por la organización. Desayunamos los 4 en el buffet del hotel y nos preparamos para comenzar la marcha. Las bicis habían pasado la noche custodiadas en una sala del hotel, pero algún gracioso colocó una bocina tipo Harpo Marx, el mudo de los hermanos en la de Angel. Los graciosos fueron la otra pareja, claro.

Una vez que pasaron las risas, y las fotos de salida, dimos las primeras pedaladas en busca del Camino. Aunque habíamos visto el día anterior que la salida era en el Parador, nos costó localizarlo más de 6 kms. Tras llegar a San Marcos y cruzar el Bernesga fuimos rodando por las calles de las afueras como un par de domingueros locales, sin alforjas, mientras pasábamos a peregrinos a pie evidentemente cargados con sus mochilas. El trazado era feo por un polígono.
El libro de ruta nos hizo pagar pronto la novatada, en una desviación recomendaba un tramo más peregrino, pero para bicis era, sin duda alguna, mejor el otro, así que seguimos por multitud de pedregales y terreno muy difícil para rodar. Una vez salimos de ahí, nos encaminamos siguiendo las flechas amarillas a grandes pistas y rectas interminables bien asfaltadas. Todo iba más o menos bien, al 32 le empezaban a fallar las fuerzas debido al botillo leonés, pero todavía se mantenía en condiciones.


En el último tramo de la etapa, después de unos 35-40 kms, habíamos vuelto a las piedras y el terreno tan molesto, cuando el 32 remató su día pinchando la rueda trasera. Gastamos los dos sprays antipinchazos en intentar repararla, pero o no eran muy antipinchazos, o el pinchazo no era cosa de un simple spray, no fue posible. Entre la enfermedad y el pinchazo, los últimos kms fueron realmente duros, tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para casi no avanzar por entre las piedras y tierra con una rueda en el suelo. Angel se adelantó en acto de servicio al jefe de filas para quedar en la entrada de Astorga con ellas, que le recogieron, y dieron la vuelta para buscarme, habiendo logrado avanzar bastante, quedándome solo a un km de Astorga.
A duras penas, la etapa había sido salvada, y tras ir al hotel a darnos la reparadora ducha, volvimos al centro.



La comida fue antológica aunque nos costó encontrar la Casa Maragata dando varias vueltas previas. El cocido maragato les pareció buenísimo, a ellos tres, porque para mí había sido un día de sufrimiento entre la fiebre que ya tenía, los pedregales, el pinchazo… y no me entraba más que un par de platos de sopa y unos trozos del pollo.
Por la tarde estuvimos viendo las zonas típicas de Astorga, y visitando una farmacia de guardia para comprar antigripales y antidiarreicos, que a esas alturas, también me hacían falta.



Antes de volver al hotel a descansar y preparar la segunda etapa, también tuvimos que localizar una tienda de bicis, porque al día siguiente sin arreglar el pinchazo, no podríamos continuar.


3 comentarios:

davibu dijo...

Joé 32, estás en las últimas: se te pincha la rueda, tienes fiebres, diarreas, dolor de garganta...
Sigo hablando de la envidia que me da este plan de la bici. Hubiese estado chulo haberlo hecho pero claro, en esa época estábamos Azu y yo pensando en otras cosas de julio ;)

zalo32 dijo...

Qué mal lo pasé, qué malito estaba. Pero los ciclistas están hechos de una pasta especial... Este año estás perdonado, pero la siguiente no te escapas.

Felipe dijo...

El 32 pasandolo mal!!