Antes de empezar esta crónica quiero pedir disculpas a mis compañeros de equipo si se han molestado cuando, sobre todo en los primeros compases del entreno, andaba yo vociferando y casi dando gritos intentando organizar al equipo defensivamente. Lo siento, no soy nadie para hacer eso y la verdad es que estoy un poco jodido por mi actitud. Disculpas otra vez.
Bueno, parecía que no iba a haber entrenamiento ya que amenzaba lluvia con un 95% de posiblidades pero el día transcurrió sin apenas lloviznas y eso sí, con un frío que pelaba y con la sensación de que en cualquier momento podía empezar a nevar.
Este entrenamiento va a pasar a la historia por ser uno de los más descafeinados de los últimos tiempos. Poco voy a escribir porque el argumento es de relato corto.
Para esta temporada hay una nueva modalidad y es que los últimos jueves de cada mes la composición de los equipos se hará por sorteo puro y duro. Y así fue en esta ocasión.
En un equipo salieron Joan, Martín, Nacho, Fran, Jose y Durio y en el otro Victor, David, Bucha, Roberto, Adolfo y Pablo.
Desde el primer momento se vió que esto pintaba mal para los intereses de mi equipo. Rápidamente el rival se puso 2-0 en el marcador. Estábamos descolocados en defensa y no éramos capaces de sacar el balón en condiciones óptimas.
Poco a poco la distancia fue aumentando y lo peor de todo es que no reaccionábamos ni teníamos la sensación de poder hacerlo.
Al final el resultado fue bastante abultado, 13-5 o algo así. Yo pensaba que había sido la derrota por mayor diferencia de lo que llevamos de entrenamientos pero no, parece ser que hubo una peor pero yo no estuve. Fue aquella vez en la que vinieron los hermanos de Gutxi (entendedme, no fue por ellos la derrota, es sólo una referencia).
Lo que más impotencia me dió fue cuando cinco o diez minutos antes de la hora, alguien de nuestro equipo llegó a comentar en alto al resto de jugadores: "Oye, si quereis lo dejamos ya..." y tenía razón porque el baño que nos estaban dando era de proporciones mayúsculas. Bastaba con vernos para comprobar que estábamos con los brazos caídos y la mirada gacha y perdida... Vamos, que daba pena vernos!
Qué nos faltó, sobre todo guardar nuestras posiciones en defensa y no abusar tanto del pase largo. Perdíamos rápidamente el balón y no éramos capaces de dar dos pases seguidos. En defensa, corríamos sin sentido y descoordinados por lo que obteníamos poco premio y sí mucho cansancio que luego se notaba a la hora de defender o de dar el pase en condiciones.
En estas situaciones lo mejor es pasar página, olvidarlo cuanto antes y mirar al frente esperando que llegue el próximo entreno. Un mal día lo tiene cualquiera.
Lo mejor: El rival, pero me gustaría detenerme en el trabajo impecable de Jose tanto en defensa (insuperable e inconmensurable) como en ataque participando activamente en la mayoría de jugadas. También se merece un diez Martín que estuvo como portero debido a la reciente operación a la que tuvo que ser sometido hacía 10 días en una pierna y que hizo paradas increibles. También hay que destacar que tuvimos mucha suerte de que no lloviese durante todo el partido y sólo cuando quedaban minutos escasos para el fin del entreno fue cuando comenzó a chispear.
Lo peor: Nuestro desajuste defensivo y personalmente mis voceríos a mis compis durante el encuentro. Ya habeis visto que la cámara sigue haciendo unas fotos fantásticas :S
La anécdota: Jugamos con el balón menos bueno pero que era el que más gustaba a casi todos. Por otro lado, Felipe nos volvió a hacer una visita y presenció el encuentro. En cuanto a su lesión y la de Ángel, parece ser que hoy viernes empiezan la rehabilitación en una conocida clínica madrileña. Empieza el proceso final para ambos. A Jesús aún le queda un poco más.
