NEWELLS FS 8-1 WAIKIKI C.F.

OTRO SACO DE GOLES ENCAJADOS ANTE OTRO RIVAL TOP. WAIKIKI NO JUGÓ MAL PERO EN ATAQUE LE HACE FALTA ROTAR Y TOCAR MÁS Y EN DEFENSA SER MÁS CONTUNDENTE.

Jornada 4

Goles
Felipe

Waikiki llegaba a este partido con casi toda la artillería disponible. Sólo faltaron Ángel, Jesús, Alberto, Raúl, David Labarra y Paco. Durio ocupó la baja del 9 waikikero.

Enfrente, un rival conocido pero temible, Newells. Un rival joven, con un buen sistema de rotación, presión e intensidad en los partidos. Vamos, un rival al que para ganarle había que estar hipermega efectivo de cara puerta y que ellos a su vez tuvieran un día malo. No fue así aunque el marcador abultado quizás fue excesivo para lo que Waikiki también ofreció.

En los primeros compases del partido se consiguió maniatar al equipo blanco. Periko, con varias intervenciones impidió que Newells abriese el marcador.



Al final, el gol tenía que llegar y el equipo local se puso por delante. Waikiki estaba defendiendo bien pero cuando Newells rotaba un poco el equipo azulino lo acababa sufriendo en forma de descolocación.



Poco después y ya casi llegando al descanso llegó el peor momento para los visitantes. En un corto espacio de tiempo Newells marcó tres tantos y abrió brecha en el luminoso. Fue el peor momento de Waikiki, un tiempo en el que nuestro sistema se descompuso y Newells lo aprovechó arrollándonos.







4-0 y al descanso a recomponer ideas. Estábamos tocando poco, no nos estábamos ofreciendo. Si bien en el primer tramo de la primera parte fue más o menos bueno, los últimos minutos fueron de caos absoluto.

En la reanudación, la cosa cambió algo. Conseguimos recortar distancias gracias a un disparo de David que repelió el portero y el rechace le vino a Felipe que marcó con el portero en el suelo y casi rozando su tiro. 4-1.





Pero todo fue una ilusión... Bien es cierto que nuestra segunda parte fue mejor que la primera pero no bastó para detener al rival. A todo esto hay que unir que Periko tuvo que retirarse lesionado aquejado de unas molestias que luego ha resultado ser una tendinitis isquiotibial. Su lugar en la portería lo ocupó Gallego que también se había lesionado en el abductor. Incluso alguna parada de mérito hizo el pobre.





Al final, goleada, quizás excesiva habiendo visto el partido y la intensidad que ofreció Waikiki salvo esos fatídicos minutos del último tramo de la primera mitad.

Repasando comentarios y observaciones de la plantilla a la conclusión del encuentro, unos hablaban que no había nada que reprocharse, que habíamos competido; otros que nos había faltado tocar más y ser más contundentes defensivamente en la primera parte; otros que, por momentos, nuestro juego en general fue un auténtico desorden... Mi opinión es que ni antes éramos tan buenos ni ahora somos tan malos. Lo que nos ha pasado en las dos últimas jornadas contra equipos potentes es que a la mínima que rotan, nos "bailan" defensivamente y acabamos descolocados. No hay más. Toca levantarse y seguir caminando. Nadie dijo que esto iba a ser fácil.