WAIKIKI 2-5 AMAZONIA

DEMASIADO CASTIGO FRENTE AL LÍDER, QUE SE LIMITÓ A ESTAR BIEN ORDENADO ATRÁS Y A CULMINAR LAS JUGADAS CADA VEZ QUE LLEGABA ARRIBA. WAIKIKI PUSO TODA LA CARNE EN EL ASADOR EN DEFENSA PERO EN ATAQUE LE FALTÓ SER MÁS CANALLA, MÁS ATREVIDO Y SOLTARSE.

Jornada 7

Goles

Jesús Delgado

Felipe

En la previa, sabíamos que era un partido que teníamos que ganar como fuese para dar un golpe de efecto y terminar de arrancar en esta Liga de una vez por todas. Sabemos que podemos y que vamos a dar mucho más de sí ya que hay equipo hay para ello y poco a poco se va viendo en cada partido. Lo malo es que para este partido teníamos al líder del grupo enfrente y demostró el por qué de su situación privilegiada en la tabla.

Contábamos con las bajas de Bittor (Atleti) y Jesús (trabajo).

Los primeros diez minutos de partido lo tuvimos todo controlado. El equipo estaba concentrado y a Amazonia le costaba llegar a puerta.

La pena fue que tuvimos un infortunio en forma de gol en propia puerta de Felipe que nos trastocó un poco los planes y dejó al 7 un poco "tocado". La jugada se produjo por una serie de rebotes en el área y Felipe acabó mandando el balón mansamente por el palo derecho de Paco al fondo de las mallas. Le puede ocurrir a cualquiera y no se puede hacer nada, fue casi un rebote y Felipe estuvo en el sitio menos indicado.

Seguimos intentando jugar a lo mismo pero ya con la cosa en la cabeza que vamos pro detrás en el marcador.

El segundo de Amazonia llegó en una jugada en la que Rubén cubría a un rival, se le fue y marcó entrando por la banda izquierda.

De esta forma nos fuimos al descanso. Aún era todo posible. No lo estábamos haciendo mal pero Amazonia, cada vez que llegaba, "mojaba". Efectividad a tope.

En la reanudación, la historia no cambió mucho. Amazonia esperaba cerrado atrás. Nos dejaba jugar, sacar el balón sin problemas pero cuando pasábamos del centro del campo nos quedábamos sin ideas, estábamos demasiado estáticos y al final perdíamos la pelota rápidamente.

Nos metieron el 0-3 y lejos de venirnos abajo, apretamos un poco más el acelerador.

En una jugada individual de Jesús Delgado, encaró al último defensor, le hizo un caño, se plantó ante el portero y redujo distancias en el marcador. 1-3. Por fin estrenaba su casillero anotador.

Fueron nuestros mejores minutos. Empezamos a hacer cambios más de seguido ya que comenzamos a presionar un poco más arriba. De esta forma Amazonia tuvo problemas para sacar el balón con más claridad. Esto es, volvimos un poco a los orígenes de Waikiki: presión para ahogar las ideas del contrario. Tuvimos alguna que otra ocasión para apretar más el marcador pero la alegría no duró mucho, en otra jugada poco después del 1-3, vuelve Amazonia a poner tierra de por medio. 1-4.

No nos amilanamos y poco después, Felipe consiguió de tiro ajustado y dando al palo el 2-4.

Vueltas a lo mismo, en cuanto nos quisimos dar cuenta, Amazonia conseguía el 2-5 definitivo.

Poco pudimos hacer más. Al final, nos fuimos con un regusto amargo ya que no hicimos un mal partido pero veíamos excesivo que nos hubiesen marcado cinco goles. Amazonia, cuando llega, mata. Esa es la conclusión. Así fueron los años en los que acabamos líderes nosotros. Teníamos esa confianza y esa pegada que llegando poco, éramos efectivos de cara a gol.

Nos falta, como dije antes, ser más canallas arriba, tener más desparpajo. Jugamos como si tuviésemos miedo de hacer el pase mal, parece que estamos agarrotados, que no queremos cometer ningún error, y eso nos frena, no tenemos frescura. Debemos intentar cosas pero siempre, claro está, en una zona de medio confort en la que si perdemos la pelota, no nos monten una contra que pueda ser medio gol. Canallas pero con cabeza, y calidad tenemos de sobra este año para intentarlo. No hay que tener miedo al fracaso, hay que tener miedo a no intentarlo lo suficiente.

Anecdotario

Vino a vernos Jesús, el padre de Jesús Delgado, y la impresión que tuvo es que a simple vista, salimos al principio no muy metidos en el partido. Quizás fuese por lo que comentaba arriba, porque nos puede la responsabilidad o vete tú a saber qué, y lo que deberíamos de pensar es que esto es igual que un entrenamiento de los jueves. Soltarnos, señores...