ENTRENAMIENTO 03-12-09

Entrenamiento correspondiente al primer jueves de mes y por lo tanto, partido entre el Cinco Ideal y el Resto do Mondo.

El mismo día causó baja Paco, que estaba nominado por un artículo suyo de la madre de Pau Gasol en la Gala de AS. Su plaza la ocupó Adolfo.

El Cinco Ideal lo conformaban Victor, Miko, Pablo, Zalo, Felipe y Durio y el Resto do Mondo Joan, David, Jesús, José Luis, Adolfo y Ángel. Jesús llegaría cercana las 22:20 ya que no le da tiempo antes ya que sale muy justo del trabajo.

El partido empezó bastante igualado con ocasiones para ambos equipos. Yo, que estaba en la portería tuve la fortuna de parar tres tiros que eran ocasiones clarísimas y eso creo que espoleó a mis compañeros que al rato nos pusimos 0-1 por delante en el marcador y poco después 0-2.

Yo intentaba seguir de portero hasta que llegase Jesús (no teníamos cambios en el banquillo) pero a los 15 minutos ya me tocó salir.

En una de las contras del equipo rival tiraron desde la frontal del área, el balón rebotó en mí y entró por debajo de las piernas de nuetro portero. El Cinco Ideal acortaba distancias. 1-2.

Pero lo peor no quedó ahí. Un poco más tarde, en un tiro cruzado de ellos desde la izquierda, el balón me vuelve a rebotar y se mete en la portería. Empate en el marcador y yo jodido y con la moral por los suelos.

Yo hacía fuerte mi teoría de la conspiración o del gafe o del mal de ojo o de lo que sea de que tenía que perder sí o sí. Qué casualidad que cuando salgo de jugador de campo me tiene que rebotar el balón en dos ocasiones que son dos goles en contra... Era para pensárselo...

Pero parece que con esos dos rebotes toqué fondo en cuanto a la brujería y fue un punto de inflexión hacia terrenos más positivos. A poco de empatar yo pensaba que lo típico era ahora que el Cinco Ideal metiese otro gol adelantándose en el marcador y a partir de ahí, nosotros ir a remolque. Ese hubiese sido el guión hollywoodiense pero no, quizás nos esperaba un final alternativo.

A todo esto llegó Jesús, se cambió y entró al terreno de juego. A los pocos minutos un balón suyo que me dejó en bandeja lo aproveché yo para fusilar al portero. 2-3.

Estábamos bien pero un poco acelerados. Ellos llegaban con bastante peligro pero les frenábamos los pies estando bien colocados en defensa y lo más juntitos posible.

Nos llegaron a empatar a tres pero nosotros seguíamos con nuestro plan de hipermotivación y poco después nos volvimos a adelantar 3-4. La emoción no podía ser mayor y más después de que ellos consiguiesen el 4-4 en el marcador.

Quien quisiese ganar este partido iba a tener que sudar de lo lindo para hacerlo ya que ambos equipos estábamos dando el todo por el todo pero quizás esa noche la suerte estaba más del lado del Resto do Mondo.

Con empate en el marcador, cogí el balón tras un rechace de Pablo y con un disparo a media distancia desde la derecha, crucé el balón y entró por la escuadra significando el 4-5 en el luminoso.

A partir de ese momento parece que el Cinco Ideal terminó por darse cuenta que este partido también nos lo queríamos llevar nosotros y bajó un poco los brazos jugando un poco a la desesperada. Sacaron al portero en más de una ocasión para ejercer de sexto jugador de campo con la mala fortuna de que les salió el tiro por la culata y varios goles nuestros llegaron a puerta vacía desde casi el centro del campo. Uno de ellos fue de suerte tras un rebote, y el balón acabó entrando mansamente en la portería contraria.

Creo qué íbamos ganando de cuatro o de cinco y el Cinco Ideal acortó alguna vez distancias pero la diferencia en el marcador era demasiada y al final nos llevamos el partido con cinco o seis goles de ventaja.

La polémica: Hubo principalmente tres jugadas que acabaron cabreando y mucho a Felipe, no tanto por la razón que pudieran tener unos u otros sino porque, según él, en las tres no cedimos en ninguna. La primera fue un balón de Ángel que se fue a corner y que Felipe decía que él no había tocado y por lo tanto era saque de puerta. La segunda un balón que despejé y que rebotó en Felipe y él decía que no era saque de banda a favor nuestro; y la tercera, un penalty en la última jugada que le hice a Felipe al girarme y tropezarme con él.

Me flipó para bien: Nuestra capacidad de superación cada vez que nos empataban una y otra vez. Nuestro hambre de victoria. Por qué no decirlo, mis dos goles y mis paradas varias bajo palos. La defensa de José Luis y Adolfo, el desatascamiento que ofrecieron Jesús y Joan y el empeño y sacrificio de Ángel.

Me flipó para mal: Que por la polémica me llevase un sabor agridulce de la victoria a casa. El gesto de Felipe de no dar la enhorabuena a cada uno al final del partido. El gol que como defensa paré con la mano en la misma línea de gol de mi portería. El agarrón antireglamentario que hice a Zalo. Los contínuos parones por culpa de los cambios mal hechos por parte del Resto do Mondo. La pérdida de tiempo (lo hacíamos sin mala intención, sólo para coger aire y fuerza) en sacar de centro cuando nos metían un gol. Las cesiones al portero (esto vamos a tener que cambiarlo y aplicar la normativa vigente en Liga).

Me dejó anonadado: Ángel llegó más allá de las 22:00, hora de comienzo del entreno y se le perdonó lo de ponerse de portero diez minutos ya que "supuestamente" no sabía nada de las medidas tomadas tras la última polémica acaecida a primeros de octubre.