WAIKIKI 0-1 BAR EL BURGADO

WAIKIKI DEBUTÓ EN LA LIGA DE BARAJAS CON UN SABOR AGRIDULCE YA QUE, AUN JUGANDO UN BUEN PARTIDO, UN SÓLO ERROR AL FILO DEL DESCANSO LE CONDENÓ DURANTE EL RESTO DEL ENCUENTRO.

Jornada 2

Waikiki debutaba en la segunda jornada de la liga del distrito de Barajas (en la primera descansó) y lo hacía frente a un rival, Bar El Burgado, que en la jornada inugural había vencido con solvencia.

A este partido llegábamos con dos bajas muy significativas. La primera es la de Rubén, que este año ha preferido decantarse por fútbol-11 con el equipo de aficionados del Rayo Vallecano y siempre que pueda y no coincida vendrá a jugar con nosotros pero van a ser muy pocos partidos. Va a ser una dura losa que este año tendremos que compensar entre todos. La segunda baja es la de Jesús, que llegaba tocado de la semana anterior en un tobillo y finalmente no pudo ser de la partida aunque sí desde fuera ya que hizo de mister haciendo los cambios, etc.

Con todo y con eso, vamos al partido en cuestión. La primera parte destacó por la igualdad en cuanto a juego y ocasiones en ambos bandos. La verdad es que Paco estuvo soberbio durante todo el partido y su nota es de un diez.

Tanto Bar El Burgado como nosotros teníamos nuestras oportunidades. Quizás ellos tenían más posesión del balón pero nosotros intentábamos contrarrestar esto con una buena defensa atrás.

La jugada clave del partido y que a la postre fue nuestra condena (me pesa decirlo) viene a continuación: quedaban pocos segundos para el fin de la primera parte, de hecho el equipo rival había avisado al árbitro de un cambio y éste les había informado que esto estaba acabado. Sacaba Paco de puerta y le dije que tranquilo que iba a pitar. Recibo el balón y veo en la banda contraria, en el centro de campo a Bucha totalmente sólo pidiéndomela. Se me va la pinza, le paso, hago un pase horribilis que intercepta un jugador del equipo contrario en mitad de campo, montan un contragolpe de tres para dos, disparan, Paco ataja como puede pero no puede evitar que el balón acaba en el fondo de la portería.

Yo me quería morir. Veo que todos los de mi banquillo se echan las manos a la cabeza y el árbitro, nada más sacar de centro, pita el final de la primera parte.

En el descanso, aunque me intentaron consolar, eso es difícil de tragar y bueno, esta vez me tocó a mí, qué le vamos a hacer.

En la reanudación salimos bastante fuertes - yo de hecho tuve una ocasión que el portero rival salvó en plan gato- No me pude redimir...

Bar El Burgado se dedicó más a guardar los muebles pero sin olvidar el ataque. Al final acabamos con todo Waikiki en campo contrario quemando todos los cartuchos y el rival en su campo agazapado despejando balones.

Me flipó para bien: Los dos porteros estuvieron sensacionales. También el árbitro.

Me flipó para mal: mi fallo, crucial por desgracia para los intereses de Waikiki en este partido.

Me dejó anonadado: Parece ser que aquí se toman muy en serio el tema del arbitraje y diferenciaban muy bien entre faltas directas o indirectas. En Moratalaz eran todas directas...