Martes 9 de Junio de 2009
Después de Pieros tuvimos una corta pero dura subida antes de desviarnos a la derecha, llegando a pistas de tierra, piedras y barro, que se hicieron peligrosas por las continuas subidas y bajadas. A estas alturas, para mí cada mínima cuesta era dura. Creo que aquí volvimos a coger el desvío equivocado para las bicis, aunque el correcto para los peregrinos a pie.
Nos pusimos de barro hasta los ojos, pero Angel encontró la etapa suave, llegando con fuerza a Villafranca. Eran las 12.30 cuando llegamos a la Casa Rural, donde pudimos lavar la bici con una manguera e incluso la ropa. El gasto que hicimos de agua no nos preocupó demasiado, con todo lo que nos había llovido en pleno Junio, entendimos que escasez de agua había poca por aquellas zonas. De hecho pasamos casi toda la tarde metidos en una cafetería porque no paró de llover. Villafranca es un pueblo muy bonito, con gente muy agradable como los propietarios de la Casa Rural, Herminio y Pilar, lástima que no viéramos un rayo de sol.
La predicción meteorológica anunciaba mejoría el día siguiente, pero no nos lo creíamos mucho, y además temíamos por la etapa de mañana, la temida subida a O Cebreiro. Lo único bueno del día, es que la diarrea y mi malestar empezaba a desaparecer.
1 comentario:
Que chulas las vistas!!!
Las acompañantes podrian salir de vez en cuando en las fotos,no?
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