Con cierto retraso respecto a lo que viene siendo habitual, llega esta crónica del último entrenamiento. La razón de tanta tardanza es que estoy hasta arriba de curro y otras labores y hasta que no lleguen las deseadas minivacaciones navipeich no voy a poder actualizar tan frecuentemente.
Quizás lo más destacado sea la vuelta a los entrenos de Felipe, aunque de momento de portero, después de su desaforturada mini fractura de peroné allá por finales de septiembre y quizás la otra nota destacada y que me toca a mi es que por fin he ganado un partido después de 10 jornadas!!!
Frío polar en la noche madrileña. En un equipo iban un servidor, Jorge, Miko, Durio, Felipe y Pablo y en el otro, Martín, Zalo, Jesús, Nacho, Jose y Roberto.
Fue un entrenamiento muy intenso en la primera parte pero que luego en los instantes finales cuando quedaban 10 ó 15 minutos se fue diluyendo como el azucarillo.
Nos empezamos adelantando con un gol de Jorge y posteriormente establecimos el 2-0 en el marcador. Felipe era nuestro bastión en la portería y paraba hasta el frío.
En una jugada aislada se acercaron 2-1 en el marcador después de varios rechaces y paradas del 7 waikikero.
Después de ese gol hubo un largo período de tira y afloja y el balón iba y venía en ambas áreas. Empezaba a recordarme lo que me ha ocurrido en muchos entrenamientos: ir ganando y luego por fallar ocasiones increibles nos remontaban y terminábamos perdiendo. Esta vez no ocurrió pero lo parecía.
Al final conseguimos distanciarnos en el marcador con un 3-1 y luego poco a poco el partido se desniveló por completo.
Al final, los últimos minutos fueron de un gol tras otro a nuestro favor y el marcador quedó 11-1, resultado engañoso pues ellos llegaron mucho pero teníamos a Super Felipe y a Super Jorge en nuestras filas.
Lo mejor: sobre todas las cosas, Jorge y Felipe. Jorge porque es un jugador polivalente, desequilibrante y marca el tempo del partido cómo y cuándo quiere. Además tiene gol.
De Felipe qué voy a decir cuándo se pone de portero... Que es casi imposible meterle gol. Estuvo soberbio bajo palos. También me quedo con Durio, Miko y Pablo. Me gustaría destacar a Durio porque metió dos goles importantísimos en dos jugadas conmigo. Me recordó a nuestros viejos tiempos.
Lo peor: Creo que el equipo contrario acabó el partido apático y sin fuerzas, fruto del gran esfuerzo que tuvo que hacer durante todo el entreno por intentar equilibrar el marcador.
La anécdota: No me acuerdo de niguna pasados ya tantos días... Si os acordais de alguna dejadla en comentarios
La anécdota: No me acuerdo de ninguna pasados tantos días ya... Si os acordais de alguna, dejadla en Comentarios.
Al final del partido pudimos conversar unos segundos conmigo mismo y con Felipe:
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